lunes, 5 de octubre de 2009

Sin ella

Hssss, hssss, sopló la brisa, levantando crestas gélidas. Sísifo se protegió el cuello.¡Cómo extrañaba a la dama verde! Pensó que a las caléndulas les pasaba lo mismo. Ya no vibraban como soles de innúmeros universos. Sísifo agarró una y mordisqueó los pétalos suaves y acres, separando el centro amargo de la flor. Eso lo aprendió de la dama verde, como tantas otras cosas. Pero los insensatos la desterraron del bosque, del río y las montañas. Y todo languidecía sin ella.



De la serie “Sapos y Princesas”

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